Entre los meses de septiembre y octubre en México se puede observar un fenómeno conocido como Halo Solar, efecto óptico en forma de disco alrededor del Sol o la Luna y que presenta un anillo iridiscente en su circunferencia exterior.
Usualmente se ve en lugares fríos como Antártida, Alaska, Groenlandia, norte de Escandinavia, zonas boreales de Rusia, Canadá y Reino Unido, aunque también ha sido visible en países con clima tropical como Bolivia , Paraguay,2Argentina, Venezuela, Guatemala, Colombia, Ecuador, Costa Rica, República Dominicana, Perú, Panamá, México y otros. Puede ocurrir en cualquier lugar, si se dan las condiciones atmosféricas adecuadas, como por ejemplo fuera de las áreas polares, en zonas donde se estén desarrollando tormentas o haya mal tiempo, o en zonas templadas cuando el aire atmosférico posea ligeras nubes cristalizadas por el frío (casi siempre nubes del tipo cirrostratus). El halo es causado por partículas de hielo en suspensión en la troposfera que refractan la luz generando un espectro de colores alrededor de la Luna o el Sol.
El Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la Universidad Nacional Autónoma de México informa mediante su página web que dicho fenómeno no tiene nada que ver con la cantidad de radiación o energía, sino con la presencia de partículas de hielo en la troposfera. Los científicos explican que un halo solar antecede la llegada de tormentas, pues indica la presencia de aire frío en altura, motivo por el cual está comprobado científicamente que se pueden producir lluvias.
El anillo del halo suele ser iridiscente con el color rojo en el lado interior del anillo y el verde y el azul claro en la parte externa, también pueden parecer un arcoíris completo. Los halos son anillos de color blanco o de una tonalidad pálida que se forman en la atmósfera terrestre (y presumiblemente en otros planetas dotados de una atmósfera) alrededor de las imágenes luminosas del Sol o de la Luna (o de cualquier otro astro o satélite). Los mecanismos físicos que los producen son la reflexión y la refracción en los pequeños cristales de hielo que constituyen las nubes altas de tipo cirrus. El tipo más común es el generado por procesos de refracción en cristales de hielo hexagonales. En este caso el radio angular del halo es de 22°.